Por Eliseo Vega @eliseovega
A través de Twitter Mario Dhdz Hurtado pregunta:
“Buen dia; una duda, estoy buscando escuchar música en alta calidad, (hi res, flac, lossless, etc) ya sea comprada o en streaming. Tengo para escuchar música un celular HTC M9 y el sonido es aceptable, y estoy probando el streaming de Tidal HD, pero mucha diferencia no percibo con los archivos de iTunes; para escucharlos tengo unos audífonos de 40 mm son Hi-Res y unos monitores Yamaha modelo HS7. ¿Para mejorar la calidad tengo que tener un “reproductor Hi-Res” como, por ejemplo, los aparatos que ofrece Sony? o ¿por ejemplo los reproductores Fiio? Al respecto he pensado si cambiar mi HTC por un Sony Xperia que tenga Hi-Res, ¿valdría la pena? o ¿básicamente escucharía lo mismo? Leí en un foro que alguien decía que por mucho que quisieras escuchar música en hd, hi res, flac, etcétera, si tu aparato no era “específicamente” para ese tipo de formatos, básicamente escucharías lo mismo. ¿Qué tanto hay de verdad?”
Eliseo responde:
Tu pregunta es muy común; yo mismo me ha hecho varias veces y me ha costado tiempo y muchos experimentos y lecturas entender lo que nos quieren vender como High Resolution Audio.
¿Qué es High Resolution Audio?
High Resolution Audio (HRA) es cualquier formato que vaya por encima del estándar red book del disco compacto (CD). HRA generalmente usa una codificación en 24 bits la cual permite un mayor rango dinámico que el CD y frecuencias de muestreo entre 48 y hasta 192 Khz (aunque hay hardware que opera en 384 KHz y más).
Aquí podemos señalar formatos como FLAC, ALAC (ambos con compresión pero sin pérdida) o AIFF y WAV (ambos sin compresión y por ende sin pérdida). Y digo generalmente porque el formato DSD y sus variantes (surgidos a partir de un formato de los noventa denominado SACD) opera en 1 bit, pero con sampleos de 2.8 y hasta 5.6 MHz (mucho más altos que los 192 khz mencionados).
Pero no te quiero enredar en números que no se traducen en calidad sonora y en una experiencia emocional.
¿Qué hay de iTunes?
Primero, iTunes generalmente entrega archivos AAC a 256 kbps (AAC a pesar de ser un formato comprimido y lossy -con pérdida- resulta superior a MP3).
Por otro lado, Tidal señala la calidad de reproducción en streaming que pueden entregar:
- Calidad Normal : 96 kbps (AAC +)
- Alta Calidad: 320 kbps (AAC)
- HiFi: FLAC 1411 kbps – Lossless (16/44.1 khz)
Ahora, no toda la música del catálogo de Tidal se puede reproducir en modo Hi-Fi. Lo mismo sucede con Deezer Elite. Hay muchas canciones que están descodificadas en alta calidad pero la gran mayoría persisten en calidad AAC 320 kbps.
Sólo para aclarar; ni Tidal ni Deezer Elite califican como High Resolution Audio. Por ahora sólo Qobuz (y sólo en ciertos países europeos) ofrece HRA con streaming High Res a 24 bits para sus abonados Sublime:
¿Por qué no escucho diferencias?
Las razones por las cuales no escuchas diferencias cuando comparas archivos de iTunes vs. Tidal tiene que ver con variados factores. Pero te aseguro algo, lo menos culpable es tu hardware.
En principio tenemos una abrumadora cantidad de producciones con sonido que va de regular a pésimo. Esto por dos factores: La compresión infame (un proceso en el estudio de grabación que hace que el volumen se eleve a costa de homogeneizar el rango dinámico -la relación entre los sonidos nimios y los fortísimos-), y que la gran mayoría de las producciones actuales quieren que sus canciones se escuchen con el máximo volumen posible; esto se traduce en un deterioro de la experiencia sonora.
Por otro lado, no podemos dejar de mencionar que hay un abuso en la etapa de Masterización (mastering), el cual se supone debería ser el último ajuste fino de lo que se realizó en la grabación y luego en la posterior mezcla de un disco. Créeme que hay una grave tendencia a arruinar la música desde los estudios de grabación; esto es culpa de ingenieros, productores y artistas.
Una vez que un disco (o canción) está terminado, la disquera o los músicos de manera independiente deben tener un contrato con alguna compañía de distribución de música digital como CD Baby, DistroKid, Ditto Music, Loudr, Mondotunes, ReverbNation, Symphonic, Tunecore o Zimbalam
Se supone que el músico, el productor, el ingeniero o la disquera debe entregar su material en formato wav sin compresión (16 bits 44.1 kHz) y mediante un software convertirlo a los formatos comprimidos de su elección (downscaling).
Evidentemente tienes otro paso en la cadena y, entre más intervenciones tenga la música, ésta se irá degradando. Así tienes malas grabaciones, pésimas masterizaciones, un montón de compresión, poco control sobre el proceso de downscaling y más.
La calidad de la música va para menos, así que no te sorprendas que aún cuando tengas un equipo decente, la música no cause emoción auditiva, no tenga profundidad, rango dinámico y en lo general se escuche diminuta y sosa. Lo repito, no es culpa de tu smartphone o de tus audífonos o de tus monitores.
La música bien ejecutada y con excelente producción sobresale sin esfuerzo. No hay trucos, ni siquiera necesitas apostar por HRA, basta un formato muy valioso (y ahora muy menospreciado) como lo es el CD para darte cuenta que la calidad de audio tiene que ver con la cadena musical y no con el formato de salida.
Lo digo porque mucha gente dice que el vinilo es la nueva panacea. Los vinilos que se escuchan maravillosos, cálidos y con cuerpo se deben a una producción esmerada. Hoy día, también hay miles de vinilos con producciones nuevas y viejas que se escuchan terribles. Vuelvo a repetirlo, no se trata del formato.
No quiero parecer nostálgico pero escucha materiales de los setenta, los clásicos como The Dark Side of the Moon de Pink Floyd (1973) o In the Wee Small Hours de Frank Sinatra (1955), el Graceland de Paul Simon (1986) o el Avalon de Roxy Music (1982) o el Mezzanine de Massive Attack (1988) o el muy choteado -pero magnífico en todos los sentidos- Random Access Memories de Daft Punk (2013). Ponlos en vinil, escúchalos en CD, en casete o a través de un servicio de streaming (sobre todo en calidad HiFi en Tidal o HQ en Deezer), vas a alucinar con la calidad que registraran tus oídos.
Para ir concluyendo, hay discos muy cuidados desde su concepción que se escucharán bien en iTunes y bien en Tidal, Deezer o Spotify. Desgraciadamente son los menos.
Por otro lado nuestros hábitos de consumo están cambiando. Te invito a que antes de seguir haciendo pruebas con tu smartphone o con tus audífonos, intentes escuchar música a través de un equipo HiFi o High End y usando CD’s o vinilos como fuente. Estamos tan acostumbrados al sonido comprimido de los MP3´s y archivos similares que cuando escuchas buena música con un sistema decente se te abre el panorama y la percepción. Parecería que vivimos en penumbras. Los oídos se destapan (como cuando vas a hacerte un lavado de oídos, que si no te los hecho te lo recomiendo muchísimo).
Cuando tienes esa nueva referencia, entonces tus comparaciones empiezan a tomar sentido. Te darás cuenta que la calidad de la música está por encima de formatos.
En conclusión
Finalmente quiero decir que para apreciar High Resolution Audio, tienes que tener un sistema que lo justifique. Las diferencias entre un CD normal y un archivo HRA pueden ser nimias, tanto que muchas veces incluso para “orejas doradas” resultan indetectables (cuando se hacen pruebas ciegas) y eso que muchas de esas comparaciones se hacen utilizando equipos de audio de verdadero High End.
Si me preguntas si estoy a favor de HRA, de inmediato te diré que sí, pero más por una razón de mercado: HRA debería sepultar a MP3 y similares en el mediano plazo. Si me preguntas si soy fan de HRA te diría que no, que sigo disfrutando muchas de mi música en CD y que soy ferviente usuario de los servicios de streaming que son el presente y el futuro de la música.
Si en algún momento quieres tener una sesión de escucha, con gusto la coordinamos.
Espero estas líneas te hayan clarificado tu pregunta o al menos generarte más inquietudes para que investigues más del tema.
