Si alguna vez has jugado la serie Uncharted de Naughty Dog, cuando juegues The Last of Us te sentirás como en casa. Si a tu casa la hubieran invadido los zombies, hubieran matado a toda tu familia, saqueado tu comida y antes de irse te hubieran metido una paliza. Es decir, The Last of Us no se parece en nada a Uncharted, excepto en que ambos han sido hechos por Naughty Dog. Esta es la reseña de The Last of Us.
Mientras que en Uncharted juegas como el héroe de la película, y sabes, siempre, que resultarás ganador al final, en The Last of Us no tienes nunca esa seguridad, y el juego entero está sumido en la tragedia. Ni siquiera puedes estar seguro que eres el “bueno” de la película.
Pero me estoy adelantando.
En este título post-apocalíptico juegas como Joel, un hombre común y corriente, realmente, que, en el fin del mundo, sólo tiene a Tess de compañía. Juntos, son contrabandistas. Mueven productos ilegales, como armas, de un lado a otro de una ciudad asediada por varios males: la milicia, los infectados y el hambre.
Digamos que la vida de Joel no está chida. Y se pone peor cuando casi de súbito y por una serie de eventos desafortunados, tiene que escoltar a Ellie, una chiquilla de 14 años, a través de un país invadido de infectados, 20 años después de que la primera pandemia arrasara al mundo.
Pero, a pesar de que vemos infectados por aquí y por allá, The Last of Us no es realmente tu típico juego de zombies.
Empezando porque los enemigos principales no son realmente zombies, son personas infectadas por un hongo que toma control de sus movimientos lentamente – aunque su pensamientos, al menos al principio, sigan intactos. Así, puedes escuchar a los infectados gritando “Ayúdame” mientras tratan de comerte la cara. Es aterrorizante.
Y lo digo como una persona que encontró el miedo en Dead Space 1, 2 y 3 sólo, eh, whatever. Y que cuando sucedió Resident Evil 5 y 6 creía que matar Zombies era deporte, y que Left 4 Dead me parecía divertido pero nunca terrorífico. Lo que quiero decir básicamente es que los juegos de zombies y los juegos survival horror no me hacen daño. Pero no The Last of Us. Oh, no.
Es probable que su calidad de terror esté aumentada por mis fobias personales. En el juego hay varias secuencias “de agua”, en el que te encuentras túneles sumergidos y abandonados, donde podría, o no, haber infectados al acecho. Gran parte del juego es un asunto claustrofóbico y oscuro que alimenta tu paranoia ante el más mínimo ruido. Es muy efectivo.
Esto se ve aumentado en gran medida por las decisiones, muy acertadas, en la mecánica de juego por parte de Naughty Dog. Es difícil y tardado disparar, cambiar de arma también toma tiempo, y hay ocasiones en las que los enemigos evaden tus golpes. Muchos enemigos hacen one-hit kills (como sería con un zombie de verdad, digamos). Cada bala cuenta. En el pánico y terror, lo más probable es que no le des, y hacer headshots es casi imposible. En pocas palabras, lo último que querrás en el mundo es tener un enfrentamiento abierto.
Por fortuna, los elementos stealth están también muy bien desarrollados. Un poco al estilo de Batman en los juegos de Rocksteady, puedes acercarte silenciosamente a un enemigo y atacarlo por la espalda para estrangularlo o acuchillarlo.
A diferencia de otros juegos en los que esto es algo “cool” y divertido, en The Last of Us es una maniobra tensionante, pues tu víctima forcejea durante unos segundos contigo, luchando por su vida. También es un poco triste, pues se siente como si realmente estuvieras extinguiendo la vida de alguien. Bueno, al menos en el caso de los humanos que debes matar. Después de un rato con los humanos de The Last of Us, te darán ganas de regresar a las infestaciones de infectados. No porque los infectados sean muy buena onda, si no porque los humanos harán que pierdas tu fe en la humanidad, en la mayoría de los casos.
En cuestión de mecánica de juego, Joel además cuenta con un modo “Batman”, con el que puedes ver las siluetas de los enemigos, aunque estén detrás de una pared, mientras estén haciendo ruido. Naughty Dog utiliza muy bien esta mecánica al no convertirla en una solución mágica a todos tus problemas, si no en una herramienta que puede ser engañosa. Pues, si los enemigos no están haciendo ruido, no aparecen en tu radar, y puedes pensar que no hay un enemigo cuando si lo hay. Es inteligente y ayuda a mantener fresca la mecánica de juego, incluso en la última tercera parte del título.
El juego tiene momentos, como burbujas suspendidas en el aire, que son verdaderamente hermosos. Piensas, “ah, así sería el mundo sin humanos.” Y sí, el mundo sin humanos, con la naturaleza apoderándose nuevamente de todo, con plantas que prosperan hasta en los lugares menos esperados, es hermoso. Este contraste entre el terror y la belleza de la naturaleza, será difícil de encontrar en otro juego.
The Last of Us convierte a Naughty Dog en el desarrollador en la cima de la montaña, el que hace que el resto de los creadores de juegos tengan que levantar la vista para verlos. En este título, ND ha conservado sus mejores aprendizajes de la experiencia cinemática de Uncharted y ha perfeccionado su mecánica de juego. Así, el título mantiene la tensión narrativa de una película de alto calibre, mientras puedes sentir que lo estás jugando y eres parte de él. Lo mejor de dos mundos, sin duda.
Jueguen The Last of Us. Este es el último más grande título del PS3, la perfecta despedida. Juégalo, juégalo, juégalo.
Like
- El diseño de audio del juego es especialmente bueno. En lugar de utilizar música para elevar la tensión, como sucede en muchos otros títulos, The Last of Us prescinde por completo de ella. Escucharás el terrorífico sonido de los infectados en el alcantarillado, o el agua que fluye en riachuelos, hojas que caen, perros ladrando en la distancia. Todos sonidos que le dan una profundidad y un realismo espectaculares.
- Cada escenario que visites es un escenario único, que no se repite a lo largo en ningún momento, y son además muy variados. Desde vecindarios sumidos en una tempestad de nieve, hasta una ciudad retomada por la vegetación.
- El juego es un bola de nieve que rueda cada vez más rápida al pie de la colina. Nunca hay un buen momento en el que detenerse (en una sesión empecé a jugar a las 11 de la noche y terminé a las 6 de la mañana del día siguiente, porque no había un buen lugar donde ya NO jugar).
- Joel y Ellie se vuelven personajes muy queridos y el progreso de su relación, con pequeños momentos adorables, harán que comprendas sus motivaciones. Ambos pueden ser considerados personajes complejos, a pesar de que las líneas de diálogo no son exactamente abundantes (no como en un RPG por ejemplo).
Dislike
- Quien sea que programó el AI de Ellie y tus compañeros merece un puño en la cara. Especialmente al inicio del juego, y cuando cargas con varios compañeros, el juego simplemente no sabe dónde ponerlos, y éstos se te atraviesan y estorban. Por fortuna, son invisibles para los enemigos, por lo que no pasa de ser una molestia.
Así se jugó The Last of Us
En PS3 en dificultad Hard por alrededor de 20-25 horas. La trama es más corta que esto, pero algunos segmentos tomaron mucho tiempo porque me moría. En dificultades inferiores, probablemente este número sea menor.
Otras consideraciones
Una vez terminado el juego, puedes volver a jugarlo en un “Game Plus”, en el que inicias de nuevo el juego pero con todos tus upgrades. Útil si quieres recolectar todos los trofeos. Hay distintos tipos de objetos escondidos que puedes recolectar, desde pendientes, hasta libros de cómics y pequeñas notas que cuentan la historia del mundo.
Además del modo de juego de un sólo jugador, cuenta con un modo multijugador en el que creas “clanes” y recolectas recursos para sobrevivir al fin del mundo. Este modo no lo he jugado, pero considerando lo bueno que es el modo de un solo jugador, aunque sea sumamente malo, igual no me voy a enojar.
Hay cuatro niveles de dificultad, Survivor siendo la más difícil. Además de que los recursos son mucho más limitados en esta dificultad, el modo “Batman” de Joel, en el que puedes “ver” enemigos a través de las paredes, está deshabilitado.
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